Querido amigo,
Disculpa mi intromisión. De
cualquier modo, el momento estaba en su punto y tomé la fruta madura de su
rama. Nunca debe uno atrasarse con el chisme en su justa proporción. Ahora doy
un paso adelante para expresar mi pensamiento. Mi nombre es Gerald Comstock
Whittington III. A tus ojos estoy muerto. Sin embargo, estoy vivo y bien,
viviendo en un modo de realidad al que seguramente llamarías limbo. Al menos
eso es lo que nos dicen cuando somos niños.
He esperado por un momento
y a la vez una eternidad para poder hablarle a alguien, alguien que pudiera
escuchar. Nadie lo hace, ¿sabes? Solo esta mano es asequible y, además, muy
selectiva. Ya que la paciencia no es una de mis virtudes favoritas, el
mezclarme ha sido difícil a cual peor.
Te preguntarás por qué
escribimos. Nosotros nos preguntamos: ¿por qué no? Una oportunidad muy
definida en este pergamino. Me da alegría comunicarme contigo. Nadie me ha
escuchado hasta ahora. Estoy aquí. Estoy en el pasillo de la puerta cuando
sales. Estoy entre las flores que olfateas. Estoy en los ojos de tus niños y
mascotas. Simplemente buscando una forma de hablar. Por fin, por fin, por fin.
Mi vida, tan importante solo
para mí mismo, terminó abruptamente en un viaje en bote. Muchos dones tenía y
viví una vida de privilegios. Olvidando otros tiempos, esta vida se tragó mi
esencia y me embelesé en mi propio ego totalmente poseído por la forma
presente ante mí. No aprecié el privilegio. Lo esperaba.
Me endiosé en mi pequeño punto de vista y me convertí en una
criatura maliciosa. En mi ignorancia acumulé una cierta cantidad de deuda.
Deuda kármica. Qué tonto fui.
Fue devastador encontrarme
muerto a mí mismo. No había esperanza de retroceso. Mi pobre cuerpo mutilado
por un motor de bote fue de una sorprendente semejanza a mi propio ser
interior. Nunca me vi con seriedad hasta que estuve fuera. Quizá si solo me
hubiera tomado el tiempo para ver. Claro, nunca lo hubiera tenido tan largo
como cuando estaba en físico. El tiempo es interminable sobre todo cuando nadie
te escucha y te conviertes en un anónimo para el cosmos. La soledad que trae la
separación de la fuente es indescriptible.
Dios existe tal como tú.
Entonces, estás fuera de todo, incluso Dios. Es un suicidio cósmico. Estar
apenado acerca de algo no es lo mismo que recrearlo. Estar arrepentido no es suficiente.
Expiación a través de la experiencia cura completamente. Ahora entiendo el
camino que debo tomar. Gracias por escucharme. Un gran regalo. Ponte atención,
hacia adentro, hacia lo más alto, hacia el que experimenta la vida. No esperes
hasta que lo estés viendo desde lejos para ver lo que creas. Si encuentras lo
que te falta, toma los pasos para la expiación. El universo eres tú y el
universo perdona. Estoy muerto, pero gracias a ti no continúo solo.
Gerald
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