Querido
amigo,
Estuve
contigo tan solo un breve momento. La medida del tiempo se desvanece en mi
memoria, mas puedo recordar la cantidad. Fue poco, pero completamente
estimulante. Yo quería experimentar tu roce una vez más. La suave piel de tus
manos en mis mejillas es una memoria que he llevado conmigo vida tras vida.
Cuando llegó la oportunidad de ser tu hijo fui incapaz de decir que no. Ahora,
al sentir tu pena pienso que quizás fue solo un egoísmo de mi parte. Tu culpa
me aflige. La causa de mi partida fue mi propia indecisión. Las imágenes y los
sonidos del plano físico me envolvieron desde mi primera respiración. Estaba
intoxicado con la densidad de todo, esperando desarrollar mis sentidos por
decirlo de alguna manera.
El
pequeño episodio de rabia que nunca comprendiste era solo mi frustración ante
las limitaciones del plano físico. La medida del tiempo desesperadamente lento.
Cuando finalmente fui capaz de caminar, no me sorprendió que tuviera que andar
con tanta prisa. Quería sentir el viento silbando en mis oídos. Quería saborear
el aire mientras respiraba. Quería ver al cielo y sentirme inmerso en su color.
Quería sentir la grama aprisionada en mi espalda.
Todas estas cosas las sentí cuando corrí lejos de ti esa mañana.
En completo abandono, y sin ningún cuidado, me paré frente a aquella bicicleta.
No debería haberme matado, pero mi cráneo no estaba completamente desarrollado
todavía y el daño fue severo. Sin embargo, fue un momento de alegría completa
para mí. Fui capaz de consumir la experiencia completa en un instante. Mi única
pena es tu tristeza. No te sientas tan mal, por favor. La experiencia estaba
alineada con mi propio crecimiento. Tienes que saber que me mataron por mi
falta de percepción, no por nada que hicieras o no hicieras.
Tienes
que saber que yo todavía existo y que volveré a experimentar tu esencia otra
vez. Quizás en un formato diferente. Yo comprendo tu aislamiento, pero eres tú
quien ha escogido colocarse en ese lugar. Esta experiencia nos ha beneficiado a
ambos. No puedo decir que voy a esperarte, pero nuestras esencias se atraen
mutuamente. El magnetismo ocurrirá otra vez.
Quédate
en paz. No te sientas culpable. Fue mi decisión. Levántate y vive esta vida que
has tomado. Es la única manera de reunirnos.
Te amo,
Sebastian
No hay comentarios:
Publicar un comentario