Querido amigo,
Vi tu existencia desde
muchos ángulos. En el plano físico nos unimos como amantes. El encanto de la lujuria
nos abrumó y nos lanzamos de cabeza en nuestro amorío. Eso fue todo ¿sabes?,
al menos, para mí. Nunca el amor o pensamientos románticos entraron en mi
mente. Bebí del momento físico engrandecido por lo que veía como química.
Profundamente cautivado por la materia había olvidado por completo por qué
estaba allí. Percibía la vida como un momento plano, unidimensional. Entonces,
toma lo que puedas mientras puedas. Una especie de lema para mí. Estaba
totalmente absorbido en mi psique y en la perfección de mis atributos. Creía en
Dios y le agradecía, pero por todas las razones equivocadas. No era más que una
costumbre para mí. Creí que lo tenía todo. Tu cuerpo, una gran carrera, una
tremenda apariencia física, montones de dinero.
En apariencia externa, una
gran vida. Yo te vi, pero nunca realmente te contemplé. Estaba tan desligado de
la realidad.
Mi partida me llegó rápida
y sin aviso en una calle resbalosa una tarde de octubre. No estabas conmigo.
Estaba saltando de fiesta en fiesta buscando admiración a mi vida perfecta.
Recuerdo el sonido de un equipo de estéreo con el volumen extremadamente alto.
El otro carro estaba lleno de chicos que buscaban emociones fáciles. Ellos
encontraron su emoción excitante; de hecho, todos lo hicimos mas nos salió caro
a todos. El sonido del metal crujiendo parecía que nunca iba a terminar. Mi
rostro se puso caliente y sentí que algo le pegó a mi cabeza.
Sentí luces que me daban vueltas tal como una discoteca barata de
los setenta.
De repente todo se detuvo.
Mi primera reacción fue saltar fuera del carro para chequear los daños. Esos
niños idiotas del otro vehículo iban a estar en serios problemas. Mi auto es
muy costoso. No quedaba mucho de él. Yo estaba furioso. Me volteé hacia el otro
carro y me di cuenta de que estaba en llamas. Se lo merecen, deberían ser más
cuidadosos. Todos cuatro estaban de pie viendo cómo ardía el auto. En mi ira
les grité a ellos por su estupidez. Arruinaron mi carro perfecto. ¿Cómo iba a
llegar a casa? Ellos no me respondieron. Se quedaron allí, de pie, viendo el
fuego. ¡Idiotas! Caminé hacia ellos para desahogar más mi frustración. Tan
pronto me acerqué, me miraron simultáneamente y dijeron sonriendo: «Él
no entiende». Me dispuse a arremeter contra ellos, pero desaparecieron,
¡puf! No estaban en ninguna parte.
El auto estaba en llamas
completamente, pero ellos no estaban en ninguna parte donde pudiera
encontrarlos. Regresé corriendo hacia mi carro para buscar mi celular y llamar
a la policía. Entonces lo vi. Un cuerpo encorvado sobre el volante. La cara
desfigurada y había mucha sangre. Halé al hombre hacia atrás y entonces me
percaté de que era yo.
No recuerdo cuánto tiempo
estuve allí gritando. No recuerdo lo que sucedió después realmente. Todo lo
que sé es que la imagen de ti vino a mi mente. No te veo de la misma forma. Hay
un sentimiento más profundo como si te estuviera viendo por primera vez.
Estaba viendo muchas cosas como si fuera la primera vez. Mi vida
fue una serie de fascinaciones físicas. Había olvidado acerca de la dimensión
espiritual y además que es la única que realmente importa. Entonces ahora te vi
desde un ángulo diferente. Hay tanta belleza en tu esencia. Mi única esperanza
es que tengamos la oportunidad de tratar otra vez en otra vida física. En esa
ocasión estaré más alineado con la existencia en todas sus dimensiones, física
y espiritual.
Recuérdame con amor. Me
tomó mi propia muerte estar vivo otra vez. Y esperaré.
Con amor,
Ernest
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