Extraño los patrones comunes del vivir. Las peculiaridades y ritmos que creamos mientras nos movemos a través del desarrollo hasta llegar finalmente a la etapa adulta. Yo siempre he tenido una fascinación por la soda de uva desde el momento en que pude sostener una botella por mí mismo.
Las imágenes que se forman en un frasco bien frío, y desde la exquisitez del primer sorbo hasta el último, siempre me relajan hasta lo más profundo de mi esencia. Para mí, en retrospectiva, categorizar patrones de vida a través de la soda de uva parece ridículo; sin embargo, aún ahora, el pensamiento me reconforta.
Sé que he vivido muchas veces y la evolución ha sido el principal hilo que une mis vidas. No obstante, cada vez, y sobre todo en las últimas fases, me he encontrado a mí mismo olvidadizo y miedoso acerca de lo que va a suceder. Una y otra vez sacudo mi cabeza en señal de lo absurdo del miedo. Yo sé que no recordar una vida es un momento crítico del proceso, pero pareciera de alguna manera un poco absurdo. ¿Por qué no saber?
Por supuesto, existen muchos argumentos al respecto y aquellos más evolucionados que yo los debaten eternamente. De cualquier modo ésta es mi nota para ti. Elijo decirte que esto no es nada. Un ventarrón a media noche, el murmullo del viento a través de los árboles. No importa cuántos dolores el mundo físico te presente; el resultado final es siempre sereno y hermoso. Nunca ha sido de otra forma para mí.
Mientras paso las páginas del epitafio de mis vidas encuentro que el gusto por la soda de uva evolucionó del gaul, una bebida con origen en los primeros Altaicos. Prefiero mucho más la soda de uva.
Pronto comenzaré otra vez. Los patrones de vida me alertan y tengo más exploraciones por hacer. Mi preocupación principal es encontrar una amplia provisión de soda de uva para mi viaje ¿Te parece ridículo? Solo para aquellos que no saben crear lo que quieren.
Tal vez nos encontremos. Cómprame una soda y brindaremos por el proceso, ahora que tuviste una historia del más allá contada por su propio protagonista.
Theodore
No hay comentarios:
Publicar un comentario