Durante nuestra vida a
menudo cavilamos acerca de cómo será morirse. ¿Será que asusta? ¿Será que duele? ¿Me
daré cuenta de lo que me está sucediendo? Todas preguntas son legítimas; sentimos, sin embargo, que estando en vida se quedan sin respuestas o las
dejamos al azar. Definitivamente no están en el reino de nuestro control, al
menos, la mayor parte del tiempo.
La manera cómo experimentas
la muerte está directamente relacionada con tu estado emocional y espiritual al
momento de fallecer. En mi caso, esta vez estaba rodeado por seres queridos y
me sentí en paz con la forma cómo mi vida había progresado. Estaba en
estado de aceptación y además listo para ir a casa, por así decirlo.
Tenía un cáncer que causó un considerable dolor, además de una multitud de drogas para calmarlo. Esta dolencia fue una manifestación de asuntos no resueltos. No voy a hablar sobre los detalles de la enfermedad. Eso es de naturaleza personal y no tiene nada que ver con el acto de la transición a través de la muerte.
Tenía un cáncer que causó un considerable dolor, además de una multitud de drogas para calmarlo. Esta dolencia fue una manifestación de asuntos no resueltos. No voy a hablar sobre los detalles de la enfermedad. Eso es de naturaleza personal y no tiene nada que ver con el acto de la transición a través de la muerte.
Este relato es meramente
una mirada o experiencia acerca del paso. Yo sabía que mi cuerpo físico estaba
decayendo miserablemente. Todavía puedo escuchar mi corazón latiendo en mi
pecho cuando llegaron los últimos momentos. La anticipación era peor. Me
calmaba el amor de mis familiares y amigos que vinieron a verme partir. Me
concentré en mi respiración. Adentro, afuera. Adentro, afuera.
En el momento que sentí que estaba como
apagándome me puse rígido de miedo, mas me forcé a relajarme. Había leído todos
esos libros acerca de la luz y del túnel, y entonces me mantuve con los ojos
bien abiertos esperando una visión. Sin embargo, fue muy diferente a lo que había pensado. Quizás las
drogas para los dolores mejoraron el momento. No estoy seguro. De cualquier
modo, me recuerdo inhalando y viendo a los ojos a todos aquellos a los que
amaba. Después de exhalar los rostros se fundieron en otros que yo igual
distinguía, pero eran diferentes. Me di cuenta de que estos nuevos rostros eran
de aquellos que yo conocía de antes.
No hubo ninguna luz cegadora ni ningún túnel, meramente un cambio de escenario. Puedo recordar preguntándome cuándo será que finalmente estaré muerto. Vi al rededor y les pregunté a las caras que estaban frente a mí. Me dijeron que la transición había ocurrido y que ahora yo estaba «vivo», no muerto. Ellos lo asemejaron a una serpiente cambiando la piel, meramente una «envoltura» que no la necesitaba más. Volteé a mis alrededores esperando vislumbrar a mi viejo yo, pero se había ido. Ahora solo existía en mi memoria.
No hubo ninguna luz cegadora ni ningún túnel, meramente un cambio de escenario. Puedo recordar preguntándome cuándo será que finalmente estaré muerto. Vi al rededor y les pregunté a las caras que estaban frente a mí. Me dijeron que la transición había ocurrido y que ahora yo estaba «vivo», no muerto. Ellos lo asemejaron a una serpiente cambiando la piel, meramente una «envoltura» que no la necesitaba más. Volteé a mis alrededores esperando vislumbrar a mi viejo yo, pero se había ido. Ahora solo existía en mi memoria.
Esperando sentir
remordimiento me sorprendió que el único sentimiento que tenía era de alegría.
No había dolor y todas mis partes parecían estar trabajando en orden. Mis
amigos me saludaron con una calidez olvidada en los lazos del mundo terrenal.
Estaba en casa.
Hay muchas cosas qué hacer
y reflexionar. Si te dijera que cada instante está lleno te estaría mintiendo.
Aquí los momentos no tienen medida. Cada uno persiste y viene a formar parte
de mi percepción expandida más allá de cualquier cosa en lo físico. Entonces
puedes ver, amigo mío, que aquí hay una aventura esperando por ti. No le temas.
Acepta y ríndete. Esto es algo que nos ha servido a todos nosotros por siempre.
Mi experiencia es única y
así mismo será la tuya. Hay muchos más de nosotros queriendo compartir sus
vivencias con la esperanza de que te den valor en la tuya.
Yo
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