La
oscuridad me rodea. Tengo miedo. Más allá de lo que soy hay un vacío
inexplorado por ojos humanos. Este vacío es como una pequeña habitación a la
que me retiro a dormir y, en última instancia, a morir. El sueño me envuelve
brevemente, pero me doy cuenta de que habrá un tiempo cuando me envolverá por
completo y no habrá retorno. Me asusta, pero encuentro valentía en el momento
y procedo a mi destino mientras estoy en un sueño.
Mis ojos abiertos, el rocío
de lo irreal cae en receso y me enfoco en el cuarto. Es pequeño, pero vasto,
lleno de cristales de todas las formas y tamaños. Disfruto de su energía y revelo
en su existencia este estado de sueño creado por mí. Sé que estoy muerto y
también sé del significado de los cristales. Son los archivos de los patrones
de mis existencias pasadas. Si sostengo uno en mi inexistente templo, puedo
revivir esa vida en particular. La caravana de mi existencia grabada de manera
muy sublime en ellos me permite proceder a otro nivel de vida para mí desconocido.
Estoy eufórico por esta revelación. Qué logro el revisar las proyecciones
pasadas hasta un nivel como este. Mi respeto por estos receptáculos ha sido
mínimo antes de este preciso momento.
Una grabación de todo lo
que ha trascendido me permite procesar mi avance. ¡Qué logro! Un cristal
contiene la llave para recordar. Esta habitación en la que estoy ahora es una
manifestación de mi ser como un archivo receptáculo de mí. Por favor, entiende,
quien quiera que seas, que estos lugares existen para todos. El tuyo está cerca
del mío. Por eso es que puedo dejarte este mensaje. Tu atracción no es mínima.
Hay propósito en ésta.
Hay tantos cristales iluminados acerca de mí. Algunos los
reconozco de mi vida física. Otros son nuevos. Ellos contienen todo lo que tengo
que saber. Sosteniéndolos en mi templo puedo recordar lecciones pasadas.
La muerte se ha vuelto algo
borroso. Ahora existo con los receptáculos de mí mismo. Los cristales me
rodean. Ellos acarician mi alma y me reconfortan como lo harán por ti.
Ya terminé. Intentaré otro
momento contigo en otro tiempo. Los cristales están llenos de energía. Energía
acumulada de ti. Nunca destruyas o pierdas uno.
Nos vamos ahora. Este
momento ha llegado al final.
Adieu,
Patrick Sindau
Compañero
de viaje

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