martes, 31 de marzo de 2020

Tengo algo que decirte


Pikaza: "No hay un mandamiento que diga 'No te suicidarás', pero ...
Querido amigo,

Tengo algo que decirte. Mientras reúno los pensamientos acerca de mí mismo, tengo la urgencia de ponerlos en algún tipo de orden razonable. El orden es crítico, ya que los pensa­mientos en cierto patrón crearán exactamente lo que necesitas saber. Otra vez tengo algo que decirte. Acércate y escucha.

Cuando caminé la dimensión terrena hace mucho tiempo, mi ego solo me permitió dar crédito a las cosas tangibles. Es decir, mi sistema de creencias solo incluía aquello que se podía tocar en el plano físico. La vida estaba en el momento y cuando éste se iba, yo también. No tengo memoria de cómo llegue a esta conclusión. Simplemente era y punto. Consecuentemente, mientras envejecía, el temor comenzó a crecer cual semillero dentro de mi alma. Solo había alimentado mi parte física ya que creía que no había nada después de la muerte. Entonces, por qué molestarme. Sobre la edad de ocho puntos y cuatro me di cuenta de que la vida, a la que me había aferrado desespera­damente, estaba a punto de terminar. El temor a la aniquilación inminente me paralizó en mis últimos momentos. Me apretaba tal nudo en la garganta que me era imposible hablar con alguien al respecto.

La idea de que mi existencia fuera tan insignificante y que simplemente se acabaría arropó todo a mí alrededor. ¿Cómo me sentiré en el momento final? Todos mis pensamientos y sentimientos se esfumarían del mundo físico en un breve ins­tante. El mundo continuaría sin mí. Quizás un breve momento de recordatorio y luego continuará en su misma forma laberíntica. La única cosa que quedará de mí será unos huesos decadentes y una piedra fría como señal. Escalofriante.

No había nadie con quien hablar en esos momentos finales. Me la pasaba acostado en mi cama, preparado para recibir con coraje la muerte. Sin embargo, el coraje me dejó en mi último día. Llorando sobre mi almohada dejé que el miedo me invadiera de manera tan pesada que perdí el sentido de mí mismo. El momento se extendió por una breve eternidad. No había nada, solo oscuridad y una hueca sensación de soledad que nunca me esperé. Muy triste haber terminado y estar muerto.

El fin y la muerte duraron hasta que levanté mi cabeza del miedo y la desesperación. Ese levantar me pareció tan fácil que luego me avergonzó mi falta de energía. Vi alrededor caras familiares, todas sonriendo porque me permití llegar.

Me supongo que habré estado allí todo el tiempo y estaban esperando que permitiera que mis pensamientos crearan otra vez. Entonces puedes ver que la muerte es tan fácil como tú quieras que sea. El mismo principio del pensamiento creando la realidad existe aquí también. De hecho, es mucho más poderoso. Al mantenerme de manera sumisa alrededor de aquellos que me amaban, me di cuenta del proceso creativo en mi vida del más allá. Entonces, te das cuenta de la importancia de lo que tengo que decirte.

No dejes que el miedo a la nada te abrace ya que, si lo permites, es exactamente lo que vas a tener después de la muerte… nada.

Puedes empezar en cualquier momento a formular aquello que quisieras tener. Todo está en ti. Puedes crear cualquier cosa que quieras.

Sí, esto era lo que quería decirte. Debo regresar ahora a mi vida en el más allá. Hay mucho por hacer.

Yo

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