Querida
amiga,
Te vi
hoy, o al menos eso pensé. Han pasado numerosas visiones por estos ojos de
tanta actividad, mas el verte a ti me produjo una respuesta. De hecho, recuerdo
haberte visto una vez mientras vivía. Fue un encuentro breve, pero de gran
significado para los dos. La interacción, inspirada por mi arrogancia, te dejó
sintiéndote menos acerca de ti misma. No fue mi intención, de verdad, solo el
resultado de un patrón bien engranado en quien yo era entonces. Ahora que he
visto todos los dramas arrogantes que actué en mi vida, puedo apreciar el
impacto que tuvieron sobre ti y sobre otros que se cruzaron en mi camino.
Cuando al
principio llegué aquí, mi visión estaba nublada y mi ser todavía encerrado en
la arrogancia. Después de meditar, las ramificaciones de lo que hice a otros
me inundaron más allá de la desesperación. Solo en aquel pozo profundo de
incredulidad y asombro, fue cómo pude darme cuenta de que esta expiación era
necesaria. Quizás tengas una base religiosa diferente a esta, no estoy seguro,
pero por favor date cuenta de que no importa cual fin se cumpla, siempre hay
necesidad de alcanzar el equilibrio.
Los otros
me han ayudado en mi proceso, algo que nunca habría hecho por ellos. Bueno, me
supongo que ahora será diferente. Al verte hoy me alegro de saber que estoy
comenzando a crear un proceso para equilibrar las acciones de mis vidas
pasadas. El calor de tu esencia toca la mía y puedo sentir tu perdón. Este
evento es una verdadera bendición. Te agradezco y agradece a ti misma por el
equilibrio co-creado.
Te vi hoy y fue muy agradable. Tu esencia resplandece brillante,
tal como la mía hoy está comenzando a brillar.
Gracias,
Yo
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