Queridos
amigos,
Nos
preguntamos frecuentemente por qué existimos. También pensamos mucho en por
qué morimos. Todas nuestras ideas relacionadas con este proceso siempre están
llenas de cuestionamientos. Yo también tenía tantas interrogantes. Pasé
innumerables horas en contemplación durante mi vida física. Nunca hubo
respuestas disponibles para mí.
En
desacuerdo con el final, continué preguntándome aún después de la vida.
Ciertamente muy asombrado con lo que encontré a mi llegada. No hay palabras
para describir el desenlace de los eventos. Cada experiencia, increíblemente
individual. Esta es la razón de tanta especulación mientras vives.
Si
tuviera una moneda por cada palabra escrita acerca de la muerte por los vivos
me hubiera hecho rico. Los vivos, al no recordar completamente, siempre tienden
a la confusión. De aquí se deriva lo esencial de los pensamientos de un «hombre
muerto», alguien que puede aclarar exactamente qué hay más allá.
Déjenme
presentarles aquel que soy yo. Mi nombre es irrelevante, pero por estabilidad
elijo Asaka. De origen egipcio, una de mis existencias favoritas. El cielo de
verano durante la noche es siempre fascinante. Las posibilidades que la vida
muestra en las visiones multidimensionales. Una mirada al cielo de noche puede
darte una idea de la muerte y sus oportunidades. Interminable. Cada luz un
momento para recordar. Cada vacío negro guardando una promesa de
probabilidades, cual lienzo en blanco esperando al artista.
Mi mejor consejo: hazte un artista. Ponle color a la nada. Es una
buena práctica para las almas en vida. En la muerte las opciones se
incrementan. Considera la práctica de hacer el próximo momento más emocionante.
Mira los momentos en la vida como un entrenamiento. Eres el resultado de tus
acciones. En la muerte estas acciones se convierten en tu lienzo. Las creencias
son irrelevantes. Todo es como te lo he dicho. Estoy aquí. El cuerpo se fue,
pero veo con los ojos de mi alma; la visión es clara. Abraza el momento,
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