Querido amigo,
¿Qué traes contigo?
Interrogó la esfera de luz. En mi confusión la respuesta se me escapó por
completo. Ni siquiera tenía mi forma física; entonces, ¿qué podría significar
esta pregunta? En los momentos precedentes había tenido bastante. Por lo
tanto, la interrogante me pareció engañosa.
Me sentí como alguien que
de repente se encuentra sin su billetera. Tratando de encontrar algún tipo de
respuesta, dije: «Nada». Respuesta corta, pero la única que me
vino a la mente dada la situación. Me sentí como un niño en medio de una
reprimenda. Luego me pareció como si la esfera de luz se derritiera
convirtiéndose en una cara humana. Me supongo que sería mi propia mente creando
la forma, pero en realidad lucía como alguien. Esperaba una respuesta, pero
nada llegaba.
No puedo recordar cuánto
tiempo estuve allí de pie o si estaba realmente en esa posición. Toda la
física que había estudiado de súbito quedó sin sentido. Ni siquiera podía
reconocer si había una posición vertical.
Sin embargo, asumiré que
todo está bien. Ningún enfoque en las leyes de la física tal como las conocía.
La luz crece y se define mejor, y juraría que el rostro parece entretenido.
Seré yo o mi respuesta de nada. « ¿Qué has traído contigo?». El
sonido reverbera y yo todavía no sé. Tenía muchas cosas que traer, pero ahora
no tienen ningún significado. Este lugar no sostiene las cosas físicas. Busco
en mis memorias y no hay nada. Me pregunta otra vez. Otra vez digo: «nada».
Siento tristeza. Siento que pude haber traído algo. Lo habré
olvidado o simplemente no vi la importancia. Mi mente, un remolino de
actividad. Comencé a percibir la importancia de traer algo conmigo. Una
lección, un pensamiento, un momento de amor. Estas cosas pueden venir conmigo.
Ahora comprendo. Déjame retornar y traigo algo. Entonces vuelvo a comenzar
otra vez. Con este nuevo entendimiento evoluciono y comprendo. Escribiré mis
pensamientos en el próximo patrón de vida. Gratamente debo renacer. Ya es
tiempo.
Samba Serrado
No hay comentarios:
Publicar un comentario