Querido amigo,
Siempre me encantaron las
estaciones del año. Cada una tenía un lugar especial en mi corazón. No tenía
una favorita. La rotación de los eventos, siempre una inspiración para mí. Los
mayores cambios en mi vida física siempre estuvieron marcados por las
temporadas. Nací en primavera. Crecí en otoño. Me casé en verano. Mi primer
hijo nació en invierno. Hay muchos más eventos, pero el tiempo para esta tarea
es limitado. Mi muerte fue planificada. Puede que suene macabro, pero supe que
estaba enferma y decidí que quería morir en invierno. No podía permitirme
fallecer en primavera.
Entonces, un día nevado de
enero fue mi partida. No hubo arrepentimientos. Era el momento. Mi última
respiración fue de un aire puro y frío. Todo fue desapareciendo hasta que yo
era la última cosa en el universo. Traté de estar alerta a propósito. Quería
saber a dónde iba. Dónde quedaba esto. Había aprendido todas las historias en
el colegio dominical y estaba lista para saber si eran ciertas. Esperé. Todo
era blanco. Sin definición. Moví mi vista en todos los ángulos posibles. Mi
percepción se apagó debido al blanco resplandor de la nada. Por un rato me
sentí desorbitada. ¿Era esto todo lo que había?
En un esfuerzo por
distraerme comencé a pensar en los bulbos de tulipanes que había plantado en
el otoño. Espero que alguien pueda ver su esplendor en la primavera. Ellos eran
mis favoritos. Mis pensamientos comenzaron a surgir frente a mí. Tulipanes, en
su esplendor máximo, comenzaron a crecer delante de mis ojos. Contra el fondo blanco
se veían magníficos.
Mientras crecían se multiplicaban hasta que mi vista entera quedó
repleta de flores. Ellos estaban más que vivos. Tenían consciencia. Susurraban
afecto mientras se conectaban con aquello que yo sentía como mi alma. Esta fue
una primavera celestial y eso fue solo el comienzo. Iba a experimentar mis
amadas estaciones en una nueva escala de existencia. Esto era un verdadero
cielo. Casi que no puedo esperar al verano, al otoño y al invierno.
Estoy contenta por haber
tenido esta oportunidad de documentar esta experiencia. Un verdadero regalo.
Louise
No hay comentarios:
Publicar un comentario