
Querido amigo,
Parece que solo hace un
instante estaba en la materia. Recuerdo contar los momentos. Cada uno, un
determinado hito. La medida de la existencia, el pulso de un minuto y su rápida
agrupación en horas, días, meses y años. Recuerdo el significado y el detalle
de cada compás del drama. ¡Oh! parecía todo tan importante. La preocupación de
la cantidad mucho mayor que el gozo por la calidad. De alguna manera perdí el
punto de modo severo. Sí, lo recuerdo. Quizá una reflexión, como esta que estoy
experimentando ahora, propulsará futuros proyectos al plano físico. Bajar el
ritmo de vida ya que este ensombreció la profundidad real de la existencia. No
me arrepiento, solo tengo deseos de revivir las decisiones que tomé.
Esta oportunidad de
compartir es un milagro. Las paredes de separación entre estos dos estados de
existencia son muy gruesas. La mera frustración de no ser escuchado resuena con
estruendo a través de mi esencia. Seguramente los cielos han suplicado
misericordia para mí. Lo solemne, en abundancia aquí, me permite la transición
a un grado más alto. Yo nunca pensé en una escala de crecimiento así cuando
estaba en el plano físico. Estaba tan ocupado midiendo el tiempo o lamentado
la falta de él.
Cada momento debe ser
saboreado. Una experiencia sensorial sublime que desafía cualquier definición.
La existencia física es un don, no un accidente. La evolución del alma
requiere la inmersión total en la materia.
Ahora sopeso el porqué fue tan confuso cuando estaba allá. La
oportunidad de regreso no se ha presentado todavía. Solo esta pequeña apertura
a una libreta y una pluma. Uno debe estar agradecido por lo que se le es dado.
Espero que esta nota le llegue a alguien con la misma percepción que yo. Y
quizás, solo quizás, abrirá una puerta para ese individuo y así pueda darse
cuenta de lo que es importante. Por ello estoy agradecido.
Espero la próxima
oportunidad. Recibe bendiciones y vive. Aprecia la calidad. No te obsesiones
con la cantidad.
Jared
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