Querida amiga,
Yo sé cómo te aferras a la vida. La idea de que va a cesar es para la mente algo difícil de comprender. Por alguna razón, la memoria de otros tiempos nunca regresa a la mente hasta después de que ya todo está hecho. Difícilmente un consuelo en estos momentos.
Yo sé que has sufrido mi muerte a destiempo. La sensación de tu pesar me toca. Sin embargo, atrapado en el momento de revelación me fue imposible comunicarme contigo tal como lo planificamos en nuestra juventud. La ausencia del contacto muy seguramente te lanzó a un espiral de inconformidad y desacuerdo porque si hubiera vida después de la muerte yo hubiera mantenido mi palabra y te lo hubiera hecho saber.
La revelación inicial es como un hechizo que compromete tu ser absolutamente y la percepción del tiempo se desvanece. Para ti ha sido un largo tiempo. Para mí, solo un pequeño intermedio. La existencia en lo no-físico es difícil, si no imposible, de describir a los seres físicos. Aún con mi educación de sangre azul, el vocabulario no existe.
Después de que me aclimaté, mi pensamiento fue el de contactarte. Inmediatamente te presentaste en frente de mí. Fue entonces un problema de comunicación con el cual no contaba. Riendo, traté los trucos que vimos en películas de fantasmas y cosas por ese estilo. Nada funcionó. Molesto, te seguí y esperé por momentos de claridad entre nosotros. Mi única oportunidad se presentó en esta persona que escribe por aquellos que no podemos hacerlo. Mi única esperanza es que tú encuentres esto. La aceptación es crítica en esta tarea. Si no tengo otra oportunidad tienes que saber esto. Esperaré en la puerta por ti. No me quedaré distraído en otras dimensiones como lo hablamos. Estaré allí para guiarte. En mis brazos no tendrás miedo. El tiempo llega. Tú lo sabes también. Quizás mi muerte no fue a destiempo después de todo. Estoy aquí. Estaremos juntos.
Jeffrey
No hay comentarios:
Publicar un comentario