Hace un
momento, o quizás tres, estaba vivo y respirando tal como tú en este instante.
La transición fue rápida, mas un tanto turbulenta. Nosotros, como humanos,
tenemos la tendencia a aferrarnos al aliento de vida. Soltar el último aire da
escalofríos. La mente entra en pánico cuando trata de inhalar con los pulmones
inertes, estancados y sin vida.
En los
primeros momentos hay sorpresa y contemplación, mientras la psique se ajusta a
lo nuevo. En mi experiencia me puse muy impaciente a medida que el aire se
volvió inútil. Mi mente, al no comprender los acontecimientos, se enredó en una
especie de ficción que me permitió desviarme del curso y, por consiguiente, no
hubo una clausura total de mi pensamiento físico. En última instancia, este
proceso de pensamiento me empujó hacia donde me encuentro en estos momentos. En
un esfuerzo por ayudarte a ti, lector de esta nota, te tengo que decir esto:
intenta no aferrarte a la respiración. El tratar de asirte solo te servirá para
ponerte tenso y retrasar el proceso. En la postergación del proceso, uno se
envuelve en un drama que está muy cerca del miedo. Y como todos sabemos, el
miedo es un enemigo que no debe tomarse a la ligera.
Cuando te
des cuenta de que la muerte cayó sobre ti, relájate. Si dejas que el proceso
siga su curso de manera natural, se vuelve más fácil. La transición es
momentánea y dura; literalmente: un abrir y cerrar de ojos. Nacer es una
odisea mucho más complicada. En comparación, morir es un paseo por el parque y
puede ser exactamente eso, si así lo decides. Cuando cruces
el umbral te preguntarás por qué estabas tan preocupado. Simplemente relájate
y no luches contra el proceso. Es una lucha que ciertamente no vas a
ganar.
Nosotros
aquí no nos arrepentimos de morir. Es un proceso evolutivo. Vivimos por
siempre, tal como las flores. La semilla produce la planta y ésta la flor.
Ella nace, se desvanece y muere. Sin embargo, después de la muerte revive a
través de la nueva semilla para repetir todo el proceso otra vez. Igual
nosotros. No le temas a la muerte. No es un final. Es solo una transición.
Yo
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