Querido amigo,
Aparte de la parafernalia habitual sobre la muerte, hice un descubrimiento sorprendente. El «yo» sobrevive. Estoy consciente de la unión con otros seres, pero mis pensamientos continúan siendo distintos. Un murmullo de risas se escapa y siento alegría. No exactamente lo que podría esperar dentro de la definición del Yo en riesgo de extinción.
En los últimos momentos de mi «vida» tenía mucho miedo a la aniquilación. Tanto miedo que creía que mis pensamientos sin grabar se perderían por siempre en el olvido. Quise, a la carrera, dejar un legado. Ahora veo lo absurdo de todo esto. Todo se viene contigo, todo. Aun las pequeñas cosas irritantes de tu propia personalidad, que hubiera sido mejor que cayeran en el olvido, como por ejemplo los obsesivos mío, mío, mío.
Puedo ver todas las experiencias y los hilos de continuidad que las conectan. Aquella vida a la que me aferré obsesivamente era solo una fracción de la imagen completa. Asirme a ella me hubiera robado del plan universal. El plan que yo mismo diseñé hace mucho tiempo.
La oportunidad de escribir algunos pensamientos después de la «muerte» es maravillosa. Deseo muchas cosas, pero lo que de verdad enciende mi alma es estar hablando contigo. Yo pudiera ser cualquier persona que tú conociste. El acto de la comunicación espiritual es cosa real. Algo como esto necesita salir de los entre-telones para ocupar el centro del escenario.
Siento determinación para que esto ocurra. Mi crecimiento hubiera sido alterado por algo así. Mi alma siente expansión al saber que una persona física lee mis pensamientos. Los de un hombre muerto son de mucho valor. La creación de un mapa hacia el más allá está ahora disponible. Yo voy a continuar mis comunicaciones porque es el próximo paso en mi evolución. Es un honor tener la oportunidad de ser parte de la tuya. Tú también prevalecerás en el «más allá». El cuerpo se convierte en polvo, mas es solo un traje de tu verdadero yo. Aquél que percibes como a ti mismo dentro de tu cabeza continuará. Esto es verdad. Yo soy prueba de ello.
Thomas Johnson
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